Las pesquerías comerciales en Puerto Rico son esencialmente artesanales o en pequeña escala ya que la mayoría de ellas se realizan en el hábitat costero o sobre la plataforma insular. Las principales artes de pesca que se utilizan son: las líneas de mano, las nasas para la captura de peces de arrecifes, los llamados cajones que son nasas modificadas de madera para capturar langostas, las redes de agalla y los mallorquines, los palangres horizontales y verticales (a este último se le conoce como ‘cala’), la pesca de corrida o ‘de silga’ como también se le conoce, la recolección a mano cuando se pesca carrucho (Lobatus gigas ) y por medio de arpón o ‘fisga’ utilizando equipos de buceo. Otras dos artes que con frecuencia son utilizadas por algunos pescadores son el lazo para capturar langostas y el bichero para pulpos. Durante los últimos años se ha registrado un incremento en el número de pescadores que utilizan el buceo con arpón.
En Puerto Rico también se realiza la pesca recreativa en diferentes categorías, desde la pesca de orilla y la pesca en botes de “corrida” o de “silga” para la captura de peces migratorios como son las agujas, los dorados, los atunes y los petos, hasta la pesca a pulmón en áreas de arrecifes cercanos al veril o en aguas profundas. A este último tipo de pesca se le conoce como pesca en aguas azules (“Blue water hunting”) y se lleva a cabo en aguas más allá del veril.
Retos y soluciones
En las últimas décadas, las pesquerías locales han venido confrontando algunos desafíos entre los que podemos mencionar: la contaminación de los océanos, la destrucción de habitáculos esenciales, la sobrepesca y, recientemente, los dramáticos efectos provocados por el calentamiento global.
En el Programa de Colegio Sea Grant de Puerto Rico hemos estado trabajando en el desarollo y en la implantación de estrategias efectivas para el manejo y el uso sustentable de nuestros recursos pesqueros, incluyendo la identificación y la conservación de los habitáculos esenciales para peces, por ejemplo, las áreas de agregaciones reproductivas de pargos y meros alrededor de la isla. También, en Sea Grant nos hemos involucrado en el desarrollo de programas independientes de monitoreo de los recursos pesqueros, en la promoción de prácticas de conservación y en garantizar una total participación de los constituyentes en el manejo pesquero. Además, ante la existencia de diversas regulaciones que rigen la actividad pesquera, la educación acerca de las regulaciones que aplican a cada tipo de pesquería (comercial o recreativa) y la promoción y el cumplimiento de éstas constituyen aspectos de suma importancia hacia los cuales hemos orientado nuestros esfuerzos. Existen múltiples regulaciones entre las cuales se encuentran: las regulaciones a nivel local del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales de Puerto Rico (PR-DRNA) y las regulaciones federales establecidas por el Consejo para el Manejo de las Pesquerías en el Caribe (CFMC, por sus siglas en inglés) que apliquen en Puerto Rico.
Nuestro programa ofrece apoyo técnico a las dos Áreas Protegidas Marinas (MPA’s, por sus siglas en inglés) establecidas en Puerto Rico: la Reserva del Canal de Luis Peña en Culebra y la Reserva de Tres Palmas en Rincón. Nosotros también hemos propuesto que el gobierno local adopte estrategias de manejo basadas en el concepto de ecosistemas con el fin de incrementar los abastos de las especies de peces de importancia económica en su medio natural.